Sant Roc de Canet

De Canet, por estar situada en la partida del mismo nombre y de “les fontanelles” porque estamos en un lugar de nuestra área que hace unos años estaba anegado, lleno de estanques y humedales. La ermita de Sant Roc está dedicada a un santo pestífero, muy querido en Castellón y que aún hoy en día sigue siendo santo muy querido. Solo cabe recordar cómo aún celebramos actualmente San Roc del Raval, Sant Roc de Vora Sèquia, Sant Roc de Canyaret i Casola, Sant Roc de la Vila, una sèrie de santos que aún son muy recordados en nuestra ciudad. Y una ermita que es la más pobre de todas las que hay en nuestro término, pero eso no quiere decir que no sea nada querida. De hecho, es la más querida de todas porque es la ermita que realmente sirve de paso obligatorio el día de la romería de la Madalena. Tanto en el camino de ida como de vuelta de la romería de les Canyes, Sant Roc se convierte en un punto de encuentro para todos los castellonenses.

Por otro lado, estamos hablando de una ermita que en el año 1987 fue cedida a la colla “El Pixaví” y que el ayuntamiento ha ido acondicionando a lo largo de los años. Una ermita que celebra su fiesta anual el último domingo de Septiembre bajo el lema: “Sant Roc de Canet, de todo un poquito” y que como dice el eslogan hay una serie de actos religiosos junto con actos lúdicos que se celebran en el cercado de la ermita a lo largo del día. Debería destacarse, a parte de la celebración eucarística y del canto de “els Goigos” dedicado al santo, la romería a las propias “fontanelles” en recuerdo de esos estanques que mencionábamos anteriormente. Dentro de los actos lúdicos, deberíamos destacar un pequeño homenaje, que cambia cada año, y que se dedica a aquellas personas que sin ser muy relevantes han ayudado a que Castellón crezca: un sereno, un limonero, una taquillera, guardagujas… personas sencillas pero que han influido gratamente en nuestra ciudad. Y, que luego acaba con una comida de hermandad en la que todos están invitados a comer una caldera u “olla” de Sant Roc que se guisa y condimenta durante la mañana en el mismo sitio. Una ermita, Sant Roc, un pueblo, Castellón, unidos desde hace 300 años.